
¡Tenemos que movernos! Por salud. Es por eso que decidí apuntar algunas rutinas que pueden servirte para cuidarte:
Tomar agua
Es necesario y ayuda a estimular los procesos de digestión, es buena para los riñones, para la piel. Se recomienda tomar al menos 8 vasos diarios. Si se te suele olvidar, te sugiero llenar un termo y cargarlo o colocarlo cerca de tu escritorio de trabajo.
Ejercicios al aire libre
La rutina nos consume pero procura por lo menos un par de veces a la semana caminar en un parque cercano a casa, o hasta en tu misma comunidad. Es importante que tomes el tiempo puede ser de media hora a una hora. Luego que hayas iniciado la rutina podrás agregar otras variaciones como trotar o hacer otros ejercicios.
Come sano
Sí, lo sé. A todas nos encantan esas botanitas dulces o chucherías de media tarde o comernos un grasoso hotdog o una hamburguesa gigante. Pero, querida amiga, piensa un poco en tu salud. Debes tener una alimentación sana y balanceada. No es matarse de hambre, es saber comer en las porciones adecuadas, incluyendo la proteína y los vegetales. En la semana igual puedes darte un gusto con ese postre que te sonríe en el aparador de la panadería.
Haz lo que te gusta
¿Te abruma ese trabajo? ¿Hasta cuándo vas a posponer tus metas? Deja de procastinar y pon pie en acción. Somos movimiento y nada se moverá si tú no lo haces. Es momento de preguntarte si lo que haces te hace realmente feliz
Sonríe
A nadie le gusta la gente amargada, ni a la misma gente amargada. Procura, desde tus acciones, hacer un mundo más amable. Trata a los demás como te gustaría que te trataran a ti. Sonríe, ayuda, pelea menos por cosas innecesarias, cede algunas veces, da la palabra, participa, coopera.
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