Siempre buscamos consejos ideales parta compartir me topé con esta lista que hace lbel.com y que me parece acertada. Hay varios mitos sobre cosas que hacemos a la hora de maquillarnos y espero que puedan encontrar orientación.
A este top que se presenta yo añadiría algunos errores fatales. Usar una base más clara en la cara y el cuello de otro color. También abusar de los colores de labiales (hay uno para cada ocasión, evite parecer un payaso. Igual pasa con las sombras).
11. Elegir mal el tono de maquillaje
Un error muy común es elegir un tono demasiado naranja, demasiado marrón o demasiado blanco para tu piel. Para evitarlo, evita conseguir un bronceado con tu maquillaje y elige un tono lo más similar a tu piel posible, como mucho medio tono por encima.
22. Probar los tonos de maquillaje en tu antebrazo
La piel de nuestro rostro no es del mismo color que la del resto de nuestro cuerpo, principalmente debido al sol. Por ello, probar los tonos del maquillaje en la muñeca no nos dará el tono adecuado. Sin embargo, tampoco es recomendable probar el maquillaje en la cara, pues lo ideal es elegir un tono que coincida con el del cuello y pecho para que se vea natural. Lo ideal, es probar los tonos en la línea de la mandíbula y compararlos para saber cuál elegir.
33. Pintar labios deshidratados
Mantener los labios hidratados es importante pues, cuando los tenemos secos, suelen cuartearse y el acabado final del labial no es el mejor. Es recomendable usar un bálsamo labial para mantenerlos hidratados, por lo menos por las noches, antes de dormir.
44. Aplicar los polvos en movimientos ascendentes
Aplicar los polvos de maquillaje en tu rostro con movimientos hacia arriba, hará que se forme una pelusa más visible pues estás yendo contra la dirección natural del crecimiento de los vellos. Lo ideal, es usar un pincel o una esponja para aplicar con pequeños toques.
5. No usar crema hidratante por tener piel grasa
Aún si tu piel es de ese tipo, debes usar crema hidratante ya que la grasa no hidrata la piel, sino que la reseca. Si no humectas tu piel, esta generará aún más grasa al detectar la resequedad.
66. Estirar el párpado al aplicar el delineador de ojos
Al hacer esto, dañas la elasticidad de la piel alrededor de los ojos que es una zona muy delicada. En lugar de hacer eso, trata de dibujar el delineado con una sola línea y elimina los excesos con un hisopo o bastoncillo de algodón humedecido en desmaquillador para perfeccionar el delineado.
77. Dormir con el maquillaje
No quitarte el maquillaje antes de dormir es una de las peores cosas que puedes hacerle a tu piel. Mientras dormimos, nuestra piel realiza un proceso de renovación. Al dormir con maquillaje, tapas tus poros y tu piel se envejece pues el maquillaje absorbe la hidratación de tu piel que puede causar manchas o resequedad.
Tomarte unos poco minutos extra para quitarte tu maquillaje y tener una rutina básica de cuidado facial puede salvar a tu piel de verse cansada, reseca y sin brillo.
88. No cuidar tu piel
Es muy importante que uses productos de cuidado para la piel, en especial para mantenerla hidratada y cuidar el contorno de ojos que es un área delicada. Tener una rutina de cuidado facial correcta no solo es importante para prevenir arrugas, líneas de expresión muy marcadas, manchas, resequedad y otros problemas, también prepara tu piel para el maquillaje que usas y te ayuda a lograr mejores resultados y un look más natural.
99. No renovar tus productos
Los productos de maquillaje tienen un tiempo de duración. Si tienes productos guardados por mucho tiempo, probablemente estos ya no sean aptos para ser aplicados en tu piel, puedan causarte irritación en el rostro o en los ojos.
110. No hidratar tu rostro
Sin importar qué tipo de piel tengas, es muy importante utilizar un producto hidratante antes de aplicarte el maquillaje para asegurarte que tu piel esté suave y con una textura sin escamas. Es decir, lo más pareja posible para lograr un buen acabado.
Usar una hidratante antes de uno a diez minutos antes de aplicarte el maquillaje hará que este se mantenga intacto por más tiempo, pero sobre todo que la piel retenga agua para evitar la resequedad.
